martes, 8 de mayo de 2012

Conozco a muchas personas que se mueren de ganas por dar caricias... y no saben. Conozco también a algunos que no saben besar. A otros que no pronuncian nunca las palabras imprescindibles, que son siempre las mismas: te necesito, tengo ganas de verte, te quiero mucho, que tengas un día genial, gracias por estar... Hay seres que dicen amar con locura, pero sin embargo, son incapaces de acercarse a la piel de otro, de la otra... de acercarse por detrás de su pelo, de sentir su olor, de cogerle por la cintura y decirle: qué guapa estás hoy. Vivimos en el mundo del disimulo y de la mentira. Hay quien vive eternamente en el silencio. Personas incapaces de expresarse con palabras, o con las manos, o con unos ojos que acerquen y no separen. Vivimos ignorando el valor de las palabras que curan tanto como las benzodiacepinas. Yo quiero que me digan cuánto me quieren, si es que alguien es capaz de querer a una chica como yo. Que me tiren los platos a la cabeza cuando rompo alguna de mis promesas. Quiero que me traten con calor, ahora que el frío es el señor del mundo. Pero sobre todo, quiero que las personas importantes para mi digan y no callen. Me gustan los que mandan mensajes en ocasiones tontas, bromas, canciones, poemas... sé que están pensando en mi, ahora que cada vez pensamos menos en los demás. Sé que me están gritando: 
«Dime, anda... preocúpate tú también por mi».

lunes, 7 de mayo de 2012



Y de repente te das cuenta de que todo ha terminado de verdad y ya no hay vuelta atrás, lo sientes.
Y justo entonces recuerdas en que momento empezó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas,mucho antes, y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces, ya no volverás a sentir lo mismo.

jueves, 29 de diciembre de 2011

A ti, camarada.

Cuando pienses que todo es falso, que las cosas no pueden ir peor, que estamos tan desolados que un querer escapar "donde habite el olvido"; cuando las cosas salgan del revés, cuando todas las ilusiones fracasen, cuando no queden sueños por soñar, cuando tengan razón los pesimistas, cuando te abandone el hombre o mujer imprescindibles (esos que decían que su felicidad era verte feliz a ti), cuando en el examen final siempre escriban "insuficiente"; cuando venza la pereza, cuando todas las noches estén escritas en prosa, cuando en el bar de la esquina no te espere tu barman predilecto... cierra los ojos y piensa lo que darías por un abrazo. No hablo de abrazos de compromiso, si no de esos que quedan pegados al corazón más que a la piel.[...] Encontrarás en cualquier lugar ese abrazo que justifique cada día, la sístole y la diástole de tú corazón. No lo busques, ahí el secreto. Quizá los abrazos que permanecen son los que no buscas. No desesperes si pasan los días, y meses, y sigue sin aparecer. Será que está formando su tormenta perfecta: esa que resplandecerá en tu interior, volcánica y voraz. Por un abrazo futuro vale la pena vivir. Un abrazo de la persona necesaria. Un abrazo que cure más que cualquier medicina. Si llegaste al final de esta columna sé quien eres. Te conozco desde siempre, camarada. Perteneces a esa clase de gente que piensa que las cosas que de verdad importan, importan por dentro. Un sentimental, digamos. Esos que entregan todo, y todo, y más...por un abrazo. La gente como tú (a pesar de la desilusión, y fracasos, y sueños que ya no quedan por soñar) hace el mundo más habitable.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Hay otros. Sí, claro que hay otros. Uno, dos, tres, quizás cuatro. Igual que hay otras para ti. Pero eso no signfica que esos besos me gusten más que los tuyos o que esas sonrisas me hagan sonreír a mí también. Que haya otros no significa que, en cada momento más insignificante del día, ya no me acuerde de ti. Hay otros. Más guapos, más altos, más bajos o más feos. Más simpáticos o más antipáticos, más niñatos o más hombres, pero ninguno de ellos eres tú. Y yo te quiero a ti. Querer lo que viene a ser querer , sentir, tener miedo, el pulso acelerado y el corazón entre triste y contento ,eso sólo me pasa contigo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

sonríesiemprequepuedas!


Dicen que al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta siempre llega la calma, pero que al fin y al cabo las cosas nunca cambian. Que todo lo que sube baja, pero que agua que pasa no mueve molinos. También dicen que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero que segundas partes nunca fueron buenas; que quien tiene boca se equivoca y que rectificar es de sabios. Que querer es poder y hace más quien quiere que quien puede, pero que quien todo lo quiere todo lo pierde, ademas que de donde no hay no se puede sacar. Que quien no arriesga no gana, que quien la sigue la consigue. Que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero que a quien madruga Dios le ayuda. Que si te pica te rascas, que todo lo que escuece cura. Que no hay más ciego que el que no quiere ver, que a palabras necias oídos sordos pero que a buen entendedor pocas palabras bastan. Que la confianza da asco. Y que quien no corre vuela, que ya se sabe que las apariencias engañan y que por supuesto que no es oro todo lo que reluce. Y mira que quieres que te diga si quien avisa no es traidor, que si te he visto no me acuerdo, y que a rey muerto rey puesto. Que sí, que borrón y cuenta nueva, que lo mejor siempre nos espera delante...

lunes, 3 de octubre de 2011

Pequeños placeres...

Enamorarse. Reírse hasta que te duela. Una ducha caliente. Nadie delante de ti en el supermercado. Una mirada. Recibír correo. Dar una vuelta en coche. Escuchar como llueve. Una llamada. La playa. Reírse de uno mismo. Las llamadas a media noche que duran horas. Los amigos. Un helado. El olor de un libro recién comprado. Los viajes en coche con los amigos. El sexo. Tener un bonito sueño. La ilusión. La brisa del mar golpeando tu pelo. Ganar un desafío. El cantar de los pájaros mientras caminas. Bailar bajo la lluvia sin que nada más importe. Conversaciones en un banco perdido.Ver fotos de tu infancia y que sus anécdotas te arranquen una carcajada. Caminar descalzo sobre la hierba fresca. Coger de la mano a alguien a quien quieres. Que una canción te ponga los pelos de punta. Oír las risas de tus amigos. El olor a café recién hecho. Encontrarte por la calle a un viejo conocido y descubrír que algunas cosas(buenas o malas) nunca cambian. Sonreír sin motivo y que te devuelvan esa sonrisa. Mirar a esa persona a los ojos y que no hagan falta las palabras. Ver amanecer. Hacer un regalo. Ver dormír a un bebé. Que te besen. Despertarte y ver que aún te quedan horas para dormír. Escuchar de manera casual a alguien decir algo bonito de ti...Superarse.

domingo, 2 de octubre de 2011

Hay un instante inexplicable e intuitivo donde todos tenemos la certeza de que hemos muerto dentro de la memoria de alguien. Entonces, te sientas en el sofá, bebes despacio tu cerveza, sonríes sin amargura, absorbes el cigarrillo y entierras también su recuerdo.O eso crees...