martes, 28 de diciembre de 2010





Porque entre el lunes y el martes me sobra tiempo para necesitarte.
Porque me miento si digo que tu mirada no fue mi mejor testigo.
Porque aunque ya no me duelas a veces busco tu nombre en mi chistera.
Porque aún no vino el olvido para llevarse el último de tus abrigos.
Porque puesto a confesarte, aún le tengo miedo a tenerte delante.
Porque en cuanto me descuido, me atropella algún recuerdo en el pasillo.
Porque no puedo negarte, que te quise sin querer y más que a nadie.
Porque mi doctor previno, que para este corazón estás prohibido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario